Se me ocurrió utilizar este soporte con idea de hacer algo
asequible para marcar las páginas de los libros. No son plumas de cisne, son de
palomas madrileñas que pierden sus ropajes. No es fácil conseguirlas, con la
cantidad de palomas que habitan en Madrid, no sueltan sus plumas a la ligera,
así que es un elemento escaso.
La pluma es de un material muy curioso, impermeable, y deben estar
cerraditas para poder pintarlas.
Primero las he lavado, luego les di laca por detrás. Acto seguido
las pinto con acrílico y luego les doy laca por la parte pintada.
Ahora, cada vez que veo una paloma, miro su vestimenta con cariño
y deseo, esperando que dejen caer una parte de su atuendo maravilloso.
Pintadas a mano por Claudia Cano.
estan muy buenos :) me sirvio para una tareaa
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